Las normas ISO son impulsadas por la Organización Internacional para la Estandarización (International Organization for Standardization), se componen de estándares y guías relacionadas con sistemas y herramientas que tienen como objetivo la mejora de la gestión empresarial.
El organismo encargado de emitirlas fue creado en 1949 y su primera oficina fue una pequeña casa en Ginebra cuya Secretaría Central estaba conformada por tan sólo cinco miembros. A partir de entonces el organismo fue creciendo hasta el día de hoy contar con 24.696 estándares internacionales que cubren aspectos tecnológicos, de fabricación, de gestión, entre otros. Además, existen 167 miembros, siendo un miembro por país, y 813 comités y subcomités técnicos que colaboran con el desarrollo de estándares.
El nombre ISO proviene del griego “isos” que significa “igual”, esto fue pensado debido a que las siglas de la organización variarían en base al idioma de cada país (OIE en español, IOS en inglés, etc.) por tanto con este acrónimo, no importa el país o idioma, sino que siempre es ISO.
Para qué sirven las normas ISO
Estas normas establecen un sistema de gestión de calidad que es reconocido a nivel mundial, facilitando la comunicación y el comercio internacional. Si bien no son normas obligatorias, muchas empresas se esfuerzan por obtener certificados emitidos por ISO que avalen y garanticen la calidad de sus procesos como así también de sus productos y servicios.
Algunos de los beneficios más importantes que pueden suponer para las empresas son:
- Proporcionan elementos para alcanzar y mantener mayores niveles de calidad.
- Permiten reducir costos y aumentar la productividad.
- Son un medio eficaz para conseguir una ventaja competitiva.
Tipos ISO existentes
Las normas ISO se encuentran presentes en muchísimos aspectos de nuestras vidas, desde aquellas enfocadas a sistemas de gestión de calidad como otras encargadas de la seguridad alimentaria, la gestión ambiental y la seguridad informática.
A continuación, les compartimos un video ilustrativo que nos permite dimensionar el alcance de estas normas.
Migración del dinero
Hace ya siglos que las personas realizan transferencias de dinero y objetos de valor a través de grandes distancias. Lo que ha ido mutando y evolucionando a lo largo del tiempo son los sistemas utilizados para llevar a cabo tales transferencias. Veamos a grandes rasgos cuál es el camino que han ido dejando estos sistemas hasta llegar al sistema utilizado en la actualidad.
Ruta de la seda
Los primeros sistemas se establecieron a lo largo de la ruta de la seda, una red de rutas comerciales que permitían la conexión entre distintas regiones de Asia, África y Europa. En el marco de esta ruta se sitúan los inicios del “hawala”, un sistema informal de transferencia de valor basado en la confianza de los intermediarios que llevan a cabo estas transacciones. Se trata de una red de personas que se conocen entre sí, al menos por reputación.
Este sistema funciona de forma paralela a cualquier otro sistema bancario y sigue vigente hoy en día, sobre todo, en aquellos países en donde la infraestructura bancaria está menos desarrollada donde las personas dependen de este sistema informal para enviar dinero a sus familias.
Giros postales
El origen de este sistema puede situarse a fines del siglo XVIII y es muy similar al “hawala” con la diferencia de que en lugar de intervenir una red de personas interviene una entidad, el operador postal.
En este sistema quien desee hacer una transferencia deberá especificar el lugar e identidad de destino a la empresa encargada de realizar el servicio de giro. Finalmente, la oficina de pago recibirá tanto el monto como el receptor de la transacción.
SWIFT
La sigla proviene de “Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales” (“Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication”) y se trata de una red que permite a instituciones financieras el envío y recepción de información sobre transacciones.
Esta entidad actúa como autoridad de registro, se le asigna la tarea de crear y mantener listas de códigos alfanuméricos u otros identificadores de organizaciones, productos comerciales, financieros o electrónicos y datos específicos.
SWIFT reconoce que la previsibilidad que ofrecen las normas ISO es esencial para garantizar la seguridad y fiabilidad de las transacciones. Es por este motivo que se involucra y colabora con ISO para mantener los estándares en línea con las prácticas del mercado y los nuevos requisitos comerciales.
ISO en el ámbito financiero
Como indicamos a lo largo de este artículo, ISO se encuentra presente en varios aspectos de nuestras vidas y el ámbito financiero no es una excepción.
Los estándares en este sector surgen a partir de la búsqueda de inclusión financiera, finanzas sostenibles y digitalización de las transacciones.
Dentro de los estándares más relevantes que sustentan el sistema financiero global podemos mencionar los siguientes:
ISO 13616 🡪 Números de cuentas bancarias internacionales (IBAN), permite que las transferencias bancarias sean más rápidas y fáciles gracias a la forma acordada para definir y codificar las cuentas bancarias internacionales.
ISO 9362 🡪 Código de identificación comercial (BIC), se utiliza para identificar bancos e instituciones financieras para facilitar el procesamiento automatizado de información.
ISO 10383 🡪 Código de identificación del mercado (MIC), este código es único por mercado e incluye cuatro caracteres donde el primero es alfanumérico aleatorio y los siguientes tres indican el mercado al que hace referencia (por ejemplo, XNAS refiere al Nasdaq).
ISO 15022 🡪 Mensajería en valores, es utilizado para la transmisión de mensajes electrónicos intercambiados entre los actores de la industria de valores.
ISO 20022 🡪 Mensajería financiera, este estándar puede verse como sucesor a la ISO 15022, vamos a entrar más en detalle a continuación.
ISO 20022
Las instituciones financieras como mencionamos anteriormente intercambian una gran cantidad de información para el desarrollo y ejecución de sus tareas. El intercambio sólo puede funcionar si emisor y receptor tienen un entendimiento en común de cómo interpretar la información, es decir, si hablan el mismo “lenguaje”.
Para eliminar la necesidad de intervención humana a fines de interpretar tal información se crearon las “definiciones de mensaje”. Estos establecen cómo organizar la información que se quiere intercambiar teniendo en cuenta la sintaxis (estructura) y la semántica (significado) de los mensajes transferidos.
El problema surge a raíz de que existen muchas definiciones o estándares de mensajes, al existir tantos supone un problema para la automatización. Dentro de los estándares más conocidos podemos encontrar el del sistema Fedwire, utilizado por la Reserva Federal de Estados Unidos para realizar las transferencias nacionales, o el del sistema SWIFT, el estándar MT, que es utilizado en la mayoría de las transferencias internacionales.
ISO 20022 surge para romper con las barreras que plantean los diversos estándares disponibles a fines de buscar unificación en los mismos.
Proyectos crypto compatibles con ISO 20022
Para que un proyecto blockchain sea compatible con ISO 20022 deberá cumplir con todos los requisitos de comunicación SWIFT, incluyendo la capacidad de pasar datos de clientes en la cadena de bloques.
Si una cadena de bloques logra ser compatible, abre la posibilidad a que bancos centrales acepten sus monedas como medio de pago y/o que su tecnología sea utilizada para el desarrollo de sus CBDC. De todas formas, el ser compatible no necesariamente significa que esto ocurra, pero sí coloca a estos proyectos un paso por delante a los demás que no lo son.
Actualmente los únicos dos proyectos que son compatibles y forman parte de ISO 20022 son Ripple (XRP) y Stellar (XLM). Otros proyectos como XinFin (XDC), Iota (MIOTA) y Algorand (ALGO) también son compatibles pero aún no son miembros ISO y por último existen rumores de que proyectos como Hedera Hashgraph (HBAR), Quant (QNT) y Cardano (ADA) pueden ser compatibles en un futuro.